Mientras pago por el depósito que acabo de llenar, el encargado de la gasolinera menea la cabeza indicando hacia la furgoneta y me pregunta con media sonrisa:
— ¿Eso que es? ¿Como un safety car de la carretera? Porque road es carretera, ¿no?
Bueno, no exactamente. Y se lo explico un poco por encima. Le llama la atención. A él le quedan dos horas hasta acabar el turno. A mí me quedan muchos kilómetros todavía por recorrer hasta mi próximo destino y no es cuestión de llegar cansado, así que voy tirando. Me desea buen viaje, y mientras arranco el motor intuyo que ya conozco, por lo menos, uno de los temas de conversación que va a haber en su casa a la hora de la cena. Y eso también es Seguridad Vial.